31 de mayo de 2016

Cuando ya no seas tú

Hoy he saludado al portero de mi finca, a la panadera, a seis niños, a los taxis,
a la flor de la alameda… pero a tus labios no.
Puede que este por llegar ese día…
Cuando ya no seas tú.

Cuando ya no seas tú quien pueda ayudarme a cruzar el Rubicón
que me ahoga antes de dar el primer paso.

Cuando ya no sea tu nombre el eco que se atreve a molestar
los compases del silencio bajo mis huesos.

Cuando ya no sea tuya
la mirada que busque en los charcos, los tranvías, las aceras.

Cuando ya no sea tu cuerpo ardiendo debajo del rayo de agua de mi cuarto de baño
lo que alimente el fuego de mis entrañas.

Cuando me llene más el olvido de lo vivido
que el placer de llenarte otra copa.

Cuando la luna no sea más que la luna y no me alegre su canción
Cuando el calendario me ahogue, como ya lo está haciendo con su mes a mes
dilapidador.

Cuando impregne el sabor de las cenizas de tus días
mi boca al despertar…

Ese día… ¿qué? Demonios, ¿qué?

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