9 de septiembre de 2012

Canción para abatir mariposas a cañonazos

Dicen por ahí que te has vuelto a poner triste
Que ya no sueltas tu melena por miedo
a que se enrede en las ramas del Boulevard.

Dicen también que ya no llevas tu sombrero
dicen que voló su pluma
al séptimo cielo
y que al cortarle las alas lloró el bombín.

Todavía cuentan algunos sabios que echas de menos los parques
que tus dedos ya no armonizan con las teclas blanquinegras.
no como en aquellos tiempos en que fuiste una pianista de lujo.

Pero también dicen que esa soberbia tuya que me abdujo
sigue intacta.
Que todavía fijas los ojos, manteniendo es e pulso de miradas con el abismo
de las gentes desalmadas.

Y siento que en estos días, en que la gente hace gala
de dones que no existen, cuando nadie llora ya por los
 difuntos, cuando la primavera remolonea, e invade nuestras casas
el frío de las cumbres altas.

Es en estos momentos cuando sé
que todavía me haces falta.