2 de octubre de 2015

Tus demonios y tu

Tú sigue con lo tuyo que yo...
Con lo que te aparenta, con tu yo, mi me conmigo
Sigue dirigiendo esta orquesta en la que solo soy tu abrigo
cuando de toda la tierra,
todo te molesta.

Sigue tú creciendo, tomando alpiste de mi mano
sigue tú, que me quisiste diciendo como a un hermano.
Sigue tú.
Ojala que crezcas libre, de verdad.
Nada hay que más deseo
que tu dicha, por los rincones, por los balcones
de la villa.
Por el patio de tu casa, pasea libre.
Yo no soy más que un inédito cometa.
Peca, siente, vive, ama,
pero no dejes que el elixir de tu vida
se convierta de repente en tus escamas.
No seques el elixir que te rodea,
de ti depende que lo veas o no lo veas.

Yo siempre he amado el pájaro
que bajo tus alas tú ibas creando.
Nunca he querido cortar tus alas,
porque yo, yo lo que quería era tu
pájaro.
Vuela si tienes que volar, y quiere, sólo si tienes que querer
Yo siempre te habré querido
como el pájaro azul que nunca quiso
romper sus alas, bajo el fuego
de nuestro hechizo.

23 de marzo de 2015

El árbol de mi casa

Nunca os he hablado del árbol de mi casa

El árbol de mi casa es un centinela de tronco grueso
Nunca he sabido, a ciencio cierto
si el árbol de mi casa es pino
o es abeto.

El árbol de mi casa da sombra en las tardes de verano
dieron sombra la portería de sus ramas
cuando jugaba con mis hermanos.

Es perenne.
Y no da frutos.

Hace poco un mirlo ha venido a vivir al árbol de mi casa,
tiene un bello canto.
El rey mirlo ahora lo llamo.

El árbol de mi casa espera, también
hacia la luz y hacia la vida
el milagro de la muerte del invierno.

El árbol es testigo de primera mano,
implacable, estático y severo
del viento que devasta nuestros campos.

Lloran sus hojas de aguja
con las lluvias de marzo

¡Oh, árbol! silente guardián de mi letargo
Sólo tú me has arropado en la ventana
cuando te miraba en esas tardes
de domingo, de dolor, de llanto.



19 de marzo de 2015

Aquí matas un perro y te llaman mataperros

La mesa está servida
las cartas, sobre la mesa.
Por tu parte la esperanza está perdida.
Por la mía, la esperanza cobra fuerza.

Te abrazas al vacío y con ello desesperas
piensas que ésta será tu última canción
crees que lo sabes todo, y lo ignoras de veras
porque en el griego antiguo "Sin" es "Con"

No tienes nada, niño rico
¿tan sólo lágrimas en tu colchón?
y en tu cabeza pájaros huérfanos de pico
Que se cagan en la gente desde el balcón